Desde el 2005 con la IV Reforma se viene instalando en la UNAH el modelo neoliberal universitario al servicio de la empresa privada y de la globalización reemplazando la universidad para la transformación social de Honduras.
La intervención del Congreso Nacional, el nombramiento de Julieta Castellanos, las normas académicas, el reglamento interno están al servicio de ese modelo.
Con el golpe de estado el modelo da un salto hacia el autoritarismo legalizando el marginamiento estudiantil, criminalizando sus luchas y destruyendo las organizaciones docentes y no docentes.
Pudieron hacerlo por la falta de organización representativa estudiantil: la FEUH y los viejos frentes fueron reprimidos, silenciados, sobornados y anulados por las autoridades.
La lucha del 2016, terminó con 34 años de marginamiento de los estudiantes sustituidos por los frentes, movimientos y grupos político estudiantiles. El MEU conformado y apoyado en las asambleas de asociación obligó a las autoridades a sentarse con la auténtica representación estudiantil.
Esa conquista está a punto de perderse por los intentos de las autoridades de cooptar el movimiento mediante la institucionalización de su cúpula y por los intentos de los frentes, movimientos y grupos político estudiantiles de continuar sustituyendo a los estudiantes en vez de dirigirlos democráticamente.
El abandono de las asambleas por carrera y la sustitución de la voluntad estudiantil, bajo cualquier pretexto, impide avanzar en la lucha contra la universidad neoliberal y sus normas.
La principal tarea del momento es profundizar la organización estudiantil independiente de las autoridades y sus instituciones, desde las carreras mediante la plena participación democrática de los estudiantes en defensa de la educación pública, gratuita y laica para la transformación social de Honduras.