La Mochila 36 - 23 noviembre 2017

lm36En el recinto de más de 4 paredes mejor conocido como la UPNFM, se emana una ola de problemáticas de diferentes tipos, pero sin embargo la ocasión amerita que nos enfoquemos en la sapientísima y añorada educación que en estos precisos momentos nos ha abandonado o quizá se ha hecho de la vista gorda en nuestras instalaciones. Es por eso que estas palabras se convierten en un cierto tipo de plegaria de prejuicios y peticiones las cuales serían las siguientes.

La educación está prohibida en nuestra UPNFM ¿pero por qué plasmamos este tipo de preguntas que quizá sean un poco incomodas para ciertos docentes en compañía de compañeros con carencia de intelecto y falta de carácter llamados por nuestra sociedad como mediocres?

¿Cómo sabemos que la educación está prohibida? Muy poco de lo que pasa en nuestra universidad es verdaderamente importante y las cosas que realmente importan no se anotan en un cuaderno o carpeta, por ejemplo, cómo encontrarnos con la vida, cómo enfrentarnos a las dificultades, eso acá no se aprende. Hablan mucho de educación, progreso, democracia, libertad, un mundo mejor, pero nada de eso pasa en el aula, es más nos enseñan a estar lejos unos de otros y a competir por cosas materiales.

Es por eso decimos basta, basta de imponernos a su merced, basta de decidir por nosotros, basta de calificarnos y que los números estadísticos hablen por nosotros, como siempre he pensado un examen no define tu inteligencia ni dice quién eres. Hay unas líneas que dicen la “mejor educación es la que se explica con el menor número de palabras, la que se explica con el ejemplo”.

Por último, les dejo unas modestas líneas… Tenemos poca curiosidad intelectual y nos parece bien seguir de escalera para la burguesía.

Adoctrinamiento (base de una educación prohibida)

Que pensarías si te digo que no creo en la universidad, pero si en la Educación. Como lo dijo el gran poeta León David amo los libros, pero aborrecí la escuela.

En el tiempo contemporáneo en el que ahora nos encontramos todo es impuesto, en las escuelas y universidades nos dicen obedece, escucha y repite, es ahí donde inicia el adoctrinamiento el cual hace violar uno de nuestros artículos constitucionales en el que plantea que somos libres de expresión algo que se ha convertido en una auténtica y vil mentira. Es por ello que mi lápiz no desea parar de escribir, cuestionar y sobre todo demandar dichas manías que se vienen practicando de una forma paulatina pero muy cotidiana en nuestros centros de enseñanza.

Nos dicen nuestras autoridades nacionales y pedagógicas que vivimos en la sociedad de la abundancia, pero en la universidad sólo hay abundancia de alumnos y carencia de todo lo demás algo muy peculiar del adoctrinamiento y proposiciones muy evidentes, carecemos de respeto de ideas de organización y sobre todo de conciencia social, de todo ello se regocija el adoctrinamiento. Ahora para tener una mejor postura lo idóneo sería formar un ser apto para gobernarse por sí mismo, no un ser apto para ser gobernado por los demás que sería un fin de la educación.

Paulo Freire nos dice sería una actitud ingenua esperar que las clases dominantes desarrollasen, una forma de educación que permitiese a las clases dominadas percibir las injusticias sociales en forma crítica.

Revolución estudiantil

Esta cálida e inquieta palabra nace en el seno del pueblo estudiantil, engendrada por las injusticias, avaricias y maltrato de diferentes autoridades pedagógicas.

En este caso queremos hacer patente nuestras palabras y a la vez que se puedan transformar en armas de defensa para cada estudiante.

Demandamos cada diatriba, cada azotamiento, cada acoso que día a día recibe el pueblo estudiantil, por todo esto mencionado de forma tétrica hemos tomado la iniciativa como Juventud Socialista de poder emprender de la mano de cada uno de los estudiantes de las diferentes carreras, que nos unamos que reclamemos, que nos apoyemos uno en el otro y sobre todo que seamos capaces de sentir verdaderamente la injusticia en que nos han sometido, queriéndonos privatizar hasta el alma iniciando con pagos injustos que a continuación les mencionare:

  • Pago de Área
  • Pago de Pin
  • Pago de DISE
  • Pago de cambio de carrera
  • Pago de Cátedras
  • Pago de retiros
  • Pago del historial
  • Pago de hojas de boletas
  • Pago de parqueo y finalizando con altos costos de graduación.

Todo esto solo ocurre en instalaciones privadas ¿O es que acaso ya estudiamos en instalaciones privadas? Y no nos hemos dado cuenta por lo cual exigimos una verdadera representación estudiantil, estudiantes capaces y con un profundo sentimiento de compañerismo.

Pueblo de rabí universitarios, sumiso incapaces de rebelarse, por favor despertemos de este sueño embrutecedor que nos han sometido.

( Alex Trochez, Estudiante CCSS UPNFM/CURSPS)

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