La Mochila 37 - 15 febrero 2018

371Luego del proceso electoral de noviembre pasado el cual concluyó con el fraude descarado que llevó a la presidencia a JOH en su segundo periodo, se desató una serie de protestas y movilización constante de la población, protagonizando una semi insurrección sin precedentes en el país.

Con las elecciones de noviembre quedó más que demostrado que la democracia burguesa hondureña y el juego bipartidista tradicional se terminaron desde el Golpe de Estado de 2009.

Al no derrotarse el Golpe de Estado de 2009 el régimen se fue fortaleciendo hasta concentrar todos los poderes e instituciones del Estado en manos de un grupo de poder encabezado por JOH y sus ambiciones. En este contexto la Alianza representada por la figura de Salvador Nasrralla se lanzó el ruedo electoral a disputarle el poder al gobierno de JOH que ya mostraba, aunque de forma más disimulada, sus matices dictatoriales.

El repudio generalizado de la población hacia el régimen se canalizó en el proceso electoral de 2017 con el voto a favor del candidato de la Alianza, pero sobre todo bajo la consigna de “Fuera JOH”. Esa consigna prevaleció en todas las tomas, manifestaciones y cualquier actividad motivada en el marco del repudio al fraude electoral y la exigencia de la salida de JOH. Pese a esa radicalidad en cuanto a la petición de la población: la salida de JOH, la dirección se enfocó en salidas legales o diplomáticas que acabaron en la consumación del fraude con la juramentación de JOH.

Este periodo de convulsión abrió una nueva perspectiva en cuanto a la lucha y las tareas del movimiento social y popular. La falta de organización fue uno de los principales aspectos de debilidad de la semi insurrección de diciembre, así como las limitantes de la dirección por sus características burguesas. También se pudo notar la ausencia de la clase trabajadora, así como muchas otras organizaciones sociales y populares, capaces de inclinar la balanza de la correlación de fuerzas a favor del pueblo; por lo que es necesario iniciar un proceso de organización desde las bases, de forma democrática, orientado a prepararnos para hacerle frente a la dictadura de Juan Orlando Hernández.

Por eso, desde la Juventud Socialista hacemos un llamado a todas las organizaciones de la clase trabajadora, campesinas, territoriales, estudiantiles, de mujeres y populares a iniciar un balance de la lucha de diciembre y enero que nos permita organizarnos para hacer frente a la ola de represión que se está llevando a cabo y derrotar la dictadura.

¡Abajo la dictadura de JOH!

¡Libertad para los presos políticos!

¡Cárcel para los asesinos materiales e intelectuales del pueblo!

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