En el proceso de reforma educativa a nivel nacional, la UPNFM ha sido punta de lanza. Tanto en nivel primario y medio con los aportes para la modificación de las leyes reguladoras del sistema educativo, como a nivel universitario, al ser la primera en dar su giro hacia la privatización sistemática.
Desde hace varios años se vienen realizando una serie de ajustes económicos, académicos curriculares y de reglamentos en la Universidad Pedagógica.
La universidad privada más barata
En el aspecto económico, una parte material esencial de la vida estudiantil, se han aplicado medidas sistemáticas de aumentos, por ejemplo, el aumento del 150% al cobro por ingreso de vehículos, el aumento del 200% al costo del historial académico impreso, el aumento anual a la matricula, entre muchos otros cobros que se pierden de vista en la diversidad de áreas y necesidades estudiantiles. Asimismo, se consolida cada vez más el pago de área, que se ha convertido en un requisito para obtener el pin para efectuar la pre matricula.
De esta forma, según pasa el tiempo, se vuelve una opción menos barata la universidad “pública”, rodeada de cobros de ingresos, matriculas, gastos administrativos, aportes para mejoramiento de espacios pedagógicos, gastos de práctica, y exorbitantes gastos de graduación. Todo esto viene a hacer honor a una frase de pasillo de un compañero: “ésta es la universidad privada más barata que encontré”.
Por otra parte, pero sin profundizar, también podemos señalar como muestras de avance en el modelo privatizador neoliberal, el programa de educación continua de los fines de semana y el carácter mercantil de la FUNDA UPN, siendo ambos negocios redondos.
El “bacheo” de mallas agujereadas
En el aspecto académico, se van modificando las mallas curriculares en función de las necesidades del “neoliberalizado” sistema educativo primario y medio a nivel nacional. Lamentablemente las reformas del sistema educativo han sido un retroceso en la educación del país, y a su vez, el retroceso en la calidad de educación en primaria y media repercute en la calidad de educación superior, pues está determinada por la necesidad de docentes con un título para dar más clases; sin importar la calidad de éstas. En este sentido podemos ver ejemplos de algunas áreas donde se imparten talleres de ciertas asignaturas para tapar los baches que dejan las nuevas mallas curriculares.
Ante este deterioro totalmente consiente de la educación de parte de las autoridades de la universidad, se vuelve imprescindible la lucha estudiantil organizada y consciente, ya que de parte de quienes rectoran la UPNFM, sólo podemos esperar que continúen acatando órdenes con el fin de mantener sus puestos y beneficios.
Directivas comprometidas (¿con quién?)
También es importante señalar la regulación que ejercen los reglamentos universitarios, con un carácter totalmente autoritario, impositivo y antidemocrático.
En este sentido podemos observar los requisitos para efectuar la elección de directivas de área. Promedios académicos: quienes tienen altos índices no quieren afectar su buen historial por una mala relación con el jefe área; muchos son becados y los condicionan a mantenerse al margen de cualquier actividad política estudiantil. Asignaturas cursadas: los compañeros se encuentran presionados por la carga académica; algunos otros están efectuando una de sus prácticas profesionales lo que les limita el tiempo. Esta metodología termina reuniendo en las directivas a compañeros que no necesariamente están dispuestos a involucrarse en las actividades de organización estudiantil.
De esta manera se mantiene un férreo control de la organización estudiantil, logrando el objetivo principal: mantener a los estudiantes haciendo lo que ellos consideran deben hacer, soslayando la característica esencial y fundamental del proceso educativo: la participación de todos los actores de manera consiente y con autodeterminación.
Los aspectos anteriores sólo son una muestra de los principales problemas que enfrentamos los estudiantes y por los cuales debemos pronunciarnos y movilizarnos como parte consciente de la comunidad universitaria. Para ello, la Juventud Socialista propone tres tareas fundamentales para ya: 1. Llevar al debate todas las problemáticas estudiantiles a nivel universitario en primera instancia; 2. Impulsar la organización democrática, incluyente y sin condiciones de los estudiantes; 3. Definir objetivos estratégicos en el marco de la defensa de la educación pública gratuita y laica contra el modelo elitista, mercantil y oportunista del régimen actual.