LO NUEVO EN HONDURAS: las pandillas dicen qué vestir, qué color de pelo se debe y conviene tener e incluso cuál es el tipo de cartera o bolso que se debe usar.
Esto comenzó como un rumor de mercado, se dice que las mujeres pertenecientes a grupos delictivos como las maras usan el cabello de color rojo o de color rubio según el grupo al que pertenezcan para poder identificarlas. Ante esta situación “todas las mujeres incluyendo las del Congreso Nacional —según palabras de la diputada Doris Gutiérrez— han teñido su cabello de negro para evitar algún tipo de ataque violento.”
Me permito usar como analogía la tan resonante frase “El Último Grito De La Moda” ante esta situación, siendo que es un grito de alerta, de ayuda, de indignación, de ira. No se sabe si es cierto, las autoridades lo desmienten, las redes sociales cada día presentan más videos confirmándolo, mientras un país que vive en zozobra constante y aterrorizado grita clamando justicia, no más violencia, no más mentiras, ¿qué pasa con la súper heroína: “la policía militar”?
Se nos ha vendido la idea que es la salvadora que garantiza la seguridad, ¿y si es así, porque la histeria colectiva?, donde incluso mujeres con educación y cargos administrativos y gubernamentales se sienten inseguras y amenazadas, ahora imaginan a las que viven en estos barrios y colonias donde reinan y mandan estos grupos delictivos ¿qué pasa con ellas?, si todos los atropellos y violaciones a la integridad física y moral y los derechos femeninos sumamos este a la individualidad, es tremendamente indignante que las autoridades no tenga la capacidad de poner fin al terror constante en el que se vive.
Mientras esto ocurre la máxima autoridad en el país anda como el chico del cuento que gritaba lobo, lobo, lobo para jugar con los demás y el lobo nunca apreció y cuando lo hizo nadie le creyó por mentiroso, así esta nuestro excelentísimo gritando golpe, golpe para cubrir su incapacidad de garantizar los derechos civiles mínimos y para cubrir el desmoronamiento inminente de este sistema esclavista e hipócrita que actúa según convenga al imperialismo que es quien gobierna y siempre ha gobernado el país, pero igual que al muchacho que gritaba lobo ya nadie le cree.
Es tiempo señores de hacer algo de buscar enfrentar esta situación no es posible que esta cosa ocurra y sigamos sentados cómodos viendo como asesinan a nuestras madres, hermanas, amigas, mientras se nos manipula, miente y utiliza.